La música en vivo suena mejor

 

Disfrutar de un pasatiempo, tener la oportunidad de ver a un grupo de apasionados hacer lo que mejor saben, y en una época tan mediatizada como la nuestra, como este mismo Blog, es una experiencia que hoy quiero compartir con ustedes.

 

El sábado tuvimos la oportunidad de asistir al concierto en las instalaciones de la Berliner Philharmonie, que más que un edificio es una institución, es para mí la fuente de un sin número de conciertos y punto de referencia para la música de orquesta.

 

Fue una fecha especial, no sólo porque pude ver en persona a mi Coach, quién me acompañó durante tres meses para mejorar mi alemán y me apoyó enormemente en mi proceso de aplicar a puestos de trabajo. Y es en parte responsable que hoy justamente ya colaboro formalmente en un equipo de Asesores en Berlín. Él pertenece al Figuralchor, grupo responsable del concierto.

 

Fue una ocasión especial ya que mis papás también tuvieron el placer de asistir, cabe destacar que vivimos en época de pandemia y las salas de conciertos estuvieron varios meses cerradas. Para entrar tuvimos que mostrar que estábamos vacunados y traíamos cubrebocas todo el tiempo. Con todo esto el deguste musical no se vio mermado. La acústica del lugar y su belleza le hacen justicia a las expectativas que yo tenía del mismo.

 

Snob, elegante, privilegiado, educado, son adjetivos que pueden dar luz a la atmósfera que ahí se vive.

 

Hablemos ahora de la música, con menos de 20 músicos en escena, extraordinarios solistas y más de 40 voces, tuvimos el privilegio de escuchar piezas musicales con más de 400 años de antigüedad.

 

Música alemana, de la región y mis referentes son películas y series que se remontan a la época “medieval”, pero en realidad pertenecen a finales del renacimiento y principios del Barroco.

 

La música te transporta a épocas, me pregunto qué significa Renacimiento y qué quiere decir Barroco, y recuerdo la música del sábado y lo sé, lo puedo afirmar, es un momento en dónde la perfección, la educación vocal y el llamado a la divinidad toman forma de notas y sonidos. Se danza orgulloso y con el pecho en alto, se escuchan sonidos inimaginables y sí, tuvimos la oportunidad de ver instrumentos antiguos en acción, cantantes profesionales y logramos constatar que sí hay belleza en la música, en la labor de esos profesionales que se dedican diariamente a trabajar con sus instrumentos, que ensayan para ser mejores, que viven con ese pathos y en un concierto nos lo comparten.

 

Los que asistimos fuimos afortunados de constatar que aún hay personas con esa hermosa habilidad de transportarnos a la antigüedad y hacernos sentir un poco más humanos. Gracias por eso.

 



 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vivir con Sentido

una entrevista con Siria Fichtl

Personas de Michoacán